Aquella noche bajo la luz artificial
Apoyado en los codos del cometa
Tus labios no supieron donde mirar /
Dulce luna de marmol
Tus manos conocieron los límites de nuestro mar
Tus ojos asomaron tras aquellos dos cristales de sal
Renegados por una sonrisa
Que acariciaba los desvios
Coquetos de mi marchitez
Aquellos versos escondidos en una botella
Fueron cálidos reflejos de ella
/Sombras y siluetas /
Me desacostumbré a la excepción de tu rostro
A mi elección al azar
A las hechuras del destino
Cotidiano es el temblor de tus labios
El candor de tus brazos de terciopelo /
Ya no le pido a ojos mudos
Miradas de vino y de champagne
Hoy estoy más contento
Porque el dolor de mi mundo no existe
Ni soy guardían de mimbre
Todavía mis estrellas iluminan caminos de arcilla
Donde la noche sólo es mi disfraz /
Donde el aroma de la niebla
Se mezcla con la nostalgia de un adiós