Siento que he perdido algo, tras este largo sendero, extravié algo fundamental en mí, algo que ahora extraño de una manera extraña. ¿Qué pasa con mi vida ahora? Trato de pensar que tal vez es producto de mi propio temor, de mi instinto de protección, de mi acogedor 'sólo yo', pero aunque busco y redundo en cuestionamientos en mi mente, no logro concebir un respuesta que satisfaga mi incertidumbre. Así empiezan las mañanas y así comienzan las noches, sentado, y de vez en cuando acostado, en el viejo sofá del sótano, dilucidando aquellos pensamientos que me extravían en la vida real. Pero ¿Realmente es verdad? O sea, esto, que ahora se presenta y me impulsa a buscar cada día una respuesta ¿Está realmente en el plano físico de mi existencia? ¿Es realmente la línea de distribución que mi vida planea seguir? Con estás interrogante me voy a dormir, si se le puede llamar así, a recostarse en el único lugar cómodo del sótano; polvoriento, maltratado por el tiempo, desgarrado en recuerdos por los gatos que se fueron, rodeado de libros; viejos y nuevos, sin abrir, sin descubrir, listos para irse en el momento en que yo decida la suerte de cada uno, me he quedado solo con ellos; los libros egoistas, que sólo interactúan con uno, no necesitan a nadie más, no necesitan a nadie más para sentirse complementados.
¿Y qué hago ahora aquí? Soy el recuerdo de un pasado que ya murió, que se fue con sus secretos, me siento viejo, olvidado, vacío, rodeado de tanta antigüedad, como esos libros que ya nadie quiere leer, como una librería que tiene que cerrar presionado por la ignorancia de la gente que prefiere desperdiciar su mente muy lejos de la imaginación.
La luz arificial de la calle, intenta iluminar la estancia, parece que la luz del cielo buscara mi presencia, estoy muy lejos para ella. Algo alejado me cobijo, aspirando polvo por la nariz, indagando secretos en la oscuridad, intentando usar mi cabeza para algo más que lamentarme... Y ese lamento, parece que me deborara desde dentro, como aquel viejo demonio que intento alimentarse de mi alma. Siento temor por las noches, en aquellas noches como esta, en todas mis noches... Solía pensar que el dormir era una parte de olvidar, ahora no quiero recordar... Y sé que así serán mis pasos, así se formará mi alma, de esta manera divagaré, hasta que el motivo para seguir me encuentre por fin, enjaulado en mi laberinto de libros...
¿Y qué hago ahora aquí? Soy el recuerdo de un pasado que ya murió, que se fue con sus secretos, me siento viejo, olvidado, vacío, rodeado de tanta antigüedad, como esos libros que ya nadie quiere leer, como una librería que tiene que cerrar presionado por la ignorancia de la gente que prefiere desperdiciar su mente muy lejos de la imaginación.
La luz arificial de la calle, intenta iluminar la estancia, parece que la luz del cielo buscara mi presencia, estoy muy lejos para ella. Algo alejado me cobijo, aspirando polvo por la nariz, indagando secretos en la oscuridad, intentando usar mi cabeza para algo más que lamentarme... Y ese lamento, parece que me deborara desde dentro, como aquel viejo demonio que intento alimentarse de mi alma. Siento temor por las noches, en aquellas noches como esta, en todas mis noches... Solía pensar que el dormir era una parte de olvidar, ahora no quiero recordar... Y sé que así serán mis pasos, así se formará mi alma, de esta manera divagaré, hasta que el motivo para seguir me encuentre por fin, enjaulado en mi laberinto de libros...
2 comentarios:
hola..eso que vos te preguntas también me lo pregunto yo y creo que todos los seres humanos .
cada década vivida es una revolución mental,solo eso.
creo que desp.se vuelve a acomodar en un lugar apartado de tu mente cuando algo te hace vibrar y te hace feliz .
saludos desde Argentina.-Bs.As.-Ruty.-
TU PREFERISTE QUEDARTE SOLO, ERES EL UNICO CULPABLE DE TODOOO, LO QUE AHORA TE PASA..Y NO ES QUE TE LO SAQUE EN CARA, SOLO TE HAGO RECORDAR...
IMBECIL
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