Recuerdo más de lo que te gustaría olvidar

Nuevamente llegaste, aquí te escucho hablándome al oído otra vez, con la delicadeza de tus labios, tan lejanos, pero tan cercanos que en la distancia logro sentir tu tíbio respirar. Unas horas pasan y te tengo aquí, a mi lado otra vez, nos abrazamos tanto que nos perdemos en nuestros brazos, pero es tan extraño, te he extrañado tanto, pero no puedo darte un sólo beso, sientes lo mismo, sólo me abrazas, la locura del deseo se apodera del cuerpo, pero no de nuestras almas, nuestras sombras divagan por los espacios de los labios tan cercanos, pero nunca en contacto, creo que es mejor sentirse así, con las almas en vilo, sin esperanza de continuar, sin ningún arraigo que respetar, sin ninguna atadura, porque así como apareces entre la oscuridad de la noche, desapareces entre el sueño que compartimos en aquel crepúsculo. Y aún recuerdo que te abrazaba mientras dormías, porque sólo soñamos, como dos niños, retozando en su pequeña infancia; y es tan extraño sentirte así, tan mía y a la vez tan lejana, porque te he pintado en los colores de mi arco iris, pero tu sólo me sientes cuando estás cubierta por tu soledad y dudas de mi, como nunca has dudado, pero sigues aquí y me abrazas y me dices que no diga más y me nacen las ansias de besarte, pero no tengo ganas de desperdiciar mi corazón de 19 años y pienso que tienes la misma idea, hemos viajado tanto entre nuestros deseos de permanecer intactos en el tiempo, sin ninguna mancha en nuestros podridos corazones emocionados con nuestros breves encuentros; y yo sé que tu sabes que recuerdo más de lo que a ti te gustaría olvidar, porque para ti, nosotros sólo somos instantes, pero somos una vida juntos, esperaré hasta que decidas dejar de seguir a tus instintos, eso nunca funciono para mí, ahora estoy recostado en la cama, con todas las palabras que siempre dices, pensando como es que me debo sentir y lo único que puedo hacer es avergonzarme de mi mismo.

Avanzan los días, los meses y los años, como delirantes estaciones de silencio entre nosotros, has vuelto a perderte entre la neblina y el humo de esta gran ciudad, acá sirven tus recuerdos en las manos tus besos en mis mejillas, siempre es igual, pero es diferente, a la espera de nuestro nuevo extraño encuentro…